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miércoles, 28 de julio de 2010

Fa vint anys que tinc vint anys (Serrat)



…Vull plorar amb aquells que es troben tots sols I sense cap amor van passant pel món.
(…Quiero llorar con aquellos que se encuentran solos
Y sin ningún amor pasan por el mundo.)

Vamos aprendiendo, con los años, a no tener que agradar al otro, aprendiendo a ser nosotros mismos. Con Respeto pero sin caretas de actor, que solo son buenas en algunos momentos para divertirnos.
He pasado parte de mi último año entre médicos, pero bueno, esto debe ser porque los otros 38 no solía pisar nunca la consulta y ahora tocaba. Sin duda es una época de cambio. Coincide casualmente con esta edad, pero lo bueno es que uno sigue eligiendo y esto es la Libertad.
Me sigo rodeando de poca gente, como siempre, pero Buena; espero no despistarme en este sentido.
Este año he tenido la oportunidad de volver a meterme en un aula y como siempre he creído, si tuviese medios económicos, ahí me quedaría siempre. Da gusto ver lo poco que uno sabe y lo bien que dirigen las clases algunas personas, ya casi de tu misma edad. Si bonito es descubrir las cosas por uno mismo, que agradable es que alguien te haga abrir los ojos, los oídos, y lo descubras con su ayuda.
Casi he terminado mi libro –tiempo he tenido, ¿Verdad?- y me gustaría verlo publicado, pero esto depende de mi, por supuesto. Me gustaría que mi abuela Ciuca lo pudiese tener entre sus manos, sería una buena despedida (lo digo porque ella comenta que ya se quiere ir y creo que también lo siente), aunque un beso quizá lo sea mejor.

Un abrazo muy muy fuerte para todos los que habéis pasado por mi vida en estos 40 años, a pesar de que ya no hablemos nunca. Yo soy fran por todos vosotros…y por otras muchas circunstancias.

jueves, 22 de julio de 2010

LENGUAS PARA ENTENDERSE


No lo veo. Algo debe fallar en mi cabeza.
Parece que se aprueba el uso de las diferentes lenguas del territorio nacional dentro del Senado. Quizá sea para que esta cámara de representación territorial sea noticia de vez en cuando, no sé.
La cosa es que todos los senadores hablan –dominar un idioma es otra cosa- el castellano. Pero para “entnderse mejor”, que es para lo que se supone están en esa cámara, eligen su propia lengua local. Sin duda habrá una mejor comprensión entre todos, con unos mejores acuerdos y un beneficio mayor para todos si cada uno habla su propia lengua, conociendo todos una que les es, mas o menos, común.
Creo que si fuese gallego trataría de entenderme con un catalán, si nos encontrásemos en la calle, con una lengua que ambos comprendiésemos…castellano?, uhmmm, podría ser. También podría ser que fuese un vasco que conoce bién el catalán y con buena educación, me lanzase a “parlar amb el en catalá ¿perqué no?”. O mas chulo aún, porqué no charlar en Inglés, todo por no compartir la lengua nacionalista española.
Cada día estoy menos convencido sobre lo que yo considero un uso político de las lenguas, especialidad de todo regionalismo que se precie. Uy! He dicho regionalismo cuando debería haber puesto nacionalismo ¿?. Señoras/es, las lenguas se hicieron para entenderse y además esto ocurrió y ocurre, de forma mas natural de lo que muchos se creen. Las lenguas no tienen fronteras, por eso hay pueblos de Teruel (Aragón) donde se habla mayoritariamente catalán –es que así se han entendido siempre, ¿saben?- . Un idioma no tiene fronteras, al menos no tiene las fronteras que queremos poner entre una provincia y otra, y eso es lo mejor de todo. Insisto, las lenguas son para entenderse no para que cada uno utilice la suya y le diga al que tiene enfrente, “ponte los cascos y escucha la traducción porque yo no te voy a hablar en la lengua que los dos conocemos, eso sería una simpleza”. Para que hacer de la vida algo fácil cuando se puede complicar mas, claro, claro.
Seguiré leyendo, estos temas siempre me han gustado. Quizá algún día veáis escrito aquí mismo algo así como que “cuantos mas seamos hablando castellano, mejores personas seremos o mejor país, o nación”; pero creo que no lo haré.

martes, 13 de julio de 2010

GENTE COMO ÉL

Es curioso ver como una generación, la nacida en los 80, ha cumplido con muchos de los sueños que teníamos los aficionados al deporte en general en este país.
Han sido los ganadores mundiales en tenis, baloncesto, ciclismo, natación, motociclismo, balonmano, atletismo, automovilismo y también en fútbol, cómo no.
Gente a la que veo con admiración; son sanos, educados, sencillos, trabajadores, nobles, saben trabajar en equipo, no se endiosan con los triunfos y lo mas importante, respetan al otro. En definitiva gente buena, gente normal, o al menos lo que debería ser considerado normal.
Con todo lo anterior, no es que sea fácil, pero sí es mas posible el obtener triunfos en cualquier aspecto de la vida. Ojalá sepamos entender su comportamiento y usarlo para aprender en el futuro.
Se trata de condición humana y compañerismo, aspectos que forman a una buena persona y por añadidura a un buen deportista.
Hay algunos, mas mayores, que ya marcaron el inicio de todos estos éxitos a finales de los 90, pero creo que siempre recordaremos esta primera década del siglo XXI como aquella en la que pudimos, por fín, disfrutar realmente con el deporte y con gente como éste, Andrés Iniesta.