Estos últimos domingos he aprovechado para deshacerme de muchas cosas que ya no uso.
La feria es entretenida, el contacto con la gente, la gente que pasa, la que pasa y pregunta , los que pasan, preguntan y se llevan algo…Los hay que preguntan por todas y cada una de las cosas que tienes en venta y estos son los mejores, en esos casos se pone a prueba tu paciencia y al final, casi siempre, merece la pena.
Alrededor tengo a los compañeros vendedores; hay dos tipos (bueno, hay muchos mas pero soy radical en esto), los profesionales y los humildes. Se diferencian sólo cuando se les consulta sus precios; los primeros casi siempre contestan “no puedo bajar mas porque a mi me costó tanto”. Mentira siempre.
Con los otros me entiendo mejor, una mirada, una pregunta y ya te ofrecen una rebajita si es posible.
Hoy he estado charlando con un chico (chico/a es toda persona de tu misma edad mas o menos, da igual cual sea la tuya ) que se dedica a viajar por ferias a lo largo de todo el país; al final ha salido el tema Cantabria y el Norte en general y ahí nos hemos entretenido. Me ha gustado ver cómo aprovecha los viajes no sólo para vender sino también para conocer los lugares e incluso visitar sitios históricos y aprender lo que puede. El era marroquí.
Ah! por cierto, hoy no se dio mal la cosa.
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